viernes, 19 de julio de 2013

Diarios de locura.




Llegué a aquel lugar después de una promesa y un año de ahorro compulsivo. Un lugar apartado en los mapas del que ni siquiera se hablaba. Me costó encontrar documentación para saber qué ropa llevar, qué calzado ponerme, qué me podría encontrar. Fue mucho mejor así.
Era una mañana de finales de abril de hace más de 20 años. Botas de montaña y pantalones vaqueros, pero sobre todo un terrible dolor en el pecho que no se iba ni con los 14.000 suspiros acompañados de la correspondiente sonrisa nerviosa. Era mi primer viaje en avión. Casi 12 horas de vuelo que se completaron con un primer beso en medio de algún lugar de Europa a km de altura.

 En la sala del aeropuerto nos esperaban 6 personas: un monstruo de 2 metros, una señora bajita y sonriente, un muchacho precioso y tres vecinos  que se encargarían de las maletas.
Allí, ante el batallón de fusilamiento, me presentó como su novia. El rictus del monstruo, mientras se acercaba, se iba tornando sonrisa al mismo ritmo que sus manazas en plumas que acariciaban amorosamente. Aquella voz grave y quejosa, semejante a un gruñido, exhaló un "Horra" que retumbó en todo el espacio exterior. Era Oleg de Olafsvik, marinero de profesión y padre de la criatura. El hombre que, pese a su envergadura, daba los abrazos más cálidos que en mi vida he recibido. A su lado estaba una mujer rubia, de ojos y cara amable, mi canica (así la apodé porque, si obviabas su cabeza rodaría por cualquier superficie sin apenas esfuerzo). Magda, la bruja. La compañera de Oleg, que no cesaba de sonreír mientras estrujaba al muchacho de ojos grises, precioso, cariñoso pero seco como una pasa y que adiviné como hijo por su enorme parecido físico. Magda se asió a mi mano durante todo el viaje hacia la casa familiar. Sentada a mi lado en el coche no paraba de observarme. Como una niña pequeña acariciaba mis rizos y pelo negro, mis brazos y besaba mis manos algo que ocurrió años más tarde en otro ambiente y con otros seres. Hablaba un inglés sencillo, con entonación lenta y clara lo que intuí como un esfuerzo para hacerse entender. Al bajar del todoterreno, no aguantó más y me abrazó con un "Hola, my baby" tan delicioso y suave que me estremecí. Se la veía tan feliz que no pude hacer más que rendirme a aquel abrazo con el mismo entusiasmo. Hacía muchísimos años que no recibía tales muestras de afecto. En mi entorno no se estilaban los abrazos ni las muestras de cariño, si hacías algo bien era lo que debía ser sin embargo lo malo, era recordado durante años a todo aquel que quisiese escuchar. Siempre se ha dicho que las tierras frías producen personas frías. El acuñador de teorías no conocía a los Olevssen.


Fue el mes más intenso de mi existencia, el descubrimiento de lo que podía ser una familia,de todo lo que significaba hermosura, delicadeza, amor, sincronía. Si existía realmente el paraíso sin duda estaba en aquel lugar y entre aquella gente. Terminado el mes debía regresar a la tierra donde nací, solamente unos días de infierno, los necesarios para que la puerta se golpease a mis espaldas y olvidar papeles rotos, vanidades, vergüenzas mal entendidas y cristianismos inexistentes.
Regresé a la tierra prometida con tranquilidad  pero con el nerviosismo de un niño en su primer día de clase. Comenzaba, renacía, me dejaba fascinar por lo maravilloso y terrible de aquel lugar, los paisajes imposibles, colores nuevos, sonidos desconocidos y olor a limpio, a salud  mental. Noches sin fin, que se adornaban con luces celestiales y que, al verlas por primera vez, no podías más que llorar entre las caricias de los que te amaban. Días de luz interminable por los que rogabas, volcanes en erupción, temblores de tierra, nieves y ventiscas que adoré durante años porque se deshacían al calor de lo que conocí como Hogar. Madres amorosas, hijos recién nacidos, maridos que se dejaban llevar por la pasión y el descubrimiento. Es tan fácil entender la vida cuando dejas que ocurra como tan dura su cara oculta...Nunca te preparas para la muerte, aquella que debe existir como contrapunto, el maldito contrapunto. "No hay blanco sin negro, sublime sin abominable, gozo sin agonía", me repetía la sabia, única y bendita Magda.
Dicen que la tierra es un organismo muerto, que no tiene vida, Como se puede decir que no está viva?. Te lo da todo y cuando lo has guardado en el cofre más hermoso te das cuenta que está vacío, se ha apoderado de todo aquello que creías poseer, aquello que te pertenecía y te hacía seguir, te lo ha cambiado  por crueldad, dolor, locura. El mar que te mecía en los veranos, grita para atraparte en las noches de invierno. La nieve blanca y suave, se convierte en hielo resbaladizo y sucio al pasar los días. La isla prometida, termina siendo un lugar de muertos que, en su noche más profunda, muestra su luz  extraña y mágica que te enciende el alma para atraparte para siempre en su oscuridad. Tierra cruel y maldita que se lleva lo más hermoso e inocente, lo más débil, lo más querido. Cuando tus ojos comienzan a ver crueldad donde antes era todo maravilla, es el momento de comenzar, reverdecer en otro lugar, en otra tierra. Abandonarlo todo. Renacer las veces que sea necesario; mil, cien mil veces para vencer a la vida. Volver a apasionarte con una puesta de sol y una simple gota de lluvia. Reaparecer en el amor, en la pasión necesaria para continuar. Proyectos nuevos con gente nueva pero sin perder de vista a aquellos que te han querido y se mantienen a pesar de la distancia.
Para mi, siempre habrá dos tierras: la espléndida y generosa y la otra, la que ha acabado con todo, que ha deshecho mi tesoro hasta convertirlo en polvo. En ella, solo quedas tú y cuando desaparezcas, ya nada me unirá a ella.

4 comentarios:

  1. Es bello y duro, una vida, y su lazo con otras, tengo claro quienes estarían y están orgullosos de leerlo y sentirlo unos, y de sentirlo sin más otros,pues la única lectura que necesitarían es la de sentirte tal cual sentías, sientes y sentirás... Ojalá mi percepción que está entre una de estas formas también te llegue Paz mereces que así sea, y que esto sea siempre así en quien te quiere en quien te aprecia un beso Paz... Me hizo sentir bien incluso las amargas líneas... Una vida sentida y hecha sentir, almas abiertas que no esperabas, caminos amargos que tampoco, pero sobre todo sentida y con mucho amor mutuo entre muy especiales personas, sigue escribiéndola... Estarás, y estarán todos aquellos que te quieren y se escribirán nuevas amistades, jamás lo dudes está ocurriendo tú sigue escribiendo...

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    1. Muchas gracias Miguel, escribir la vida es una obligación. De otra manera, mejor ser una bellota y que te coman los cerdos de pata negra. Besos

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  2. Querida, la nada es lo único que permanece siempre.

    "Pero todo lo que quedará al final, será la nada.

    Ni nostalgia, ni añoranza, ni siquiera, deseo por recordar.

    La nada es absoluta, no habrá tampoco lazos que nos aten a la memoria de otros.


    La nada se convertirá en un acto de egoísmo y caridad supremo y nos redimirá de toda culpa."
    (Luego no digas que no te avisé) Paco Rral.

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    1. Usted avíseme, D. Paco. que hasta que la nada llegue voy a llenar los bolsillos de algo,aunque sean garbanzos secos para enviárlos . Muchas gracias por estar y esas cosas.

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